16 de mayo de 2010

Oscuridad, Elena P. Melodia

Me llamo Alma. Sé que esto no os dice nada, me doy cuenta.
Pero es la única certeza que tengo. Lo único que de verdad me importa. Mi nombre, mi alma.
¿De qué color es?
Negra.
Como la Ciudad donde vivo y el aire que respiro.
Qué rápido es el paso de la luz a la oscuridad, de la convicción a la duda. Como un pestañeo, como un sueño del que despiertas para descubrir que nada es como antes. ¿Que por qué os cuento todo esto? Para alertaros de que las cosas no ocurren por casualidad y de que la vida está plagada de señales que no se deben ignorar. Incluso la mínima desatención pasa factura, siempre. Por eso os contaré mi historia, si queréis leerla.

Pero os advierto desde ahora: estad preparados porque nada es una fábula.



Lo primero que me sorprendió de Oscuridad fue Alma.
Porque por una vez no se nos presenta una chica tonta pero mona, sino toda una narcisista.
Alma es guapa, popular y sexy, y lo sabe. Se viste provocativa y se enorgullece de su figura.
Le gusta el efecto que produce en los demás, le gusta sentirse poderosa y tener un grupo de amigas que la seguirán allá adonde ella vaya.
Así que por una vez nos encontramos con una protagonista diferente, lo que hace que la historia ya sea de por sí diferente.

A pesar de ser guapa y popular, a Alma no le gusta su vida. No siente aprecio por nada ni por nadie -puede que sólo por Lina, su hermana pequeña que decidió dejar de hablar cuando su padre se suicidó-, no le cae bien su hermano Evan, quien toca la guitarra y es adicto a los piercings; no le gusta el novio de su madre, Gad, un buen tipo, pero gordo y con un olor permanente a frito a causa de su trabajo; odia su colegio y no entiende cómo su madre puede trabajar ocupándose de gente que está mal, lavándola y cuidándola.

Hace un tiempo Alma se vio involucrada en un accidente de tráfico con sus dos amigas de la infancia Maureen y Dolly, quienes murieron en el accidente, dejando a Alma sin nadie en quien confiar. A partir de entonces algo cambia en ella y cuando se compra un cuaderno violeta en una extraña tienda con un hombre-ángel que parece abrir sólo los días de lluvia, descubre que, durante la noche, sin ser consciente de ello, plasma en el papel oscuros asesinatos que tienen lugar un tiempo -a veces horas, a veces días- después de que ella los haya escrito.

Además de este don maldición, Alma también tendrá que lidiar con una amiga, Seline, que se vuelve bulímica a causa de un video que hace correr un chico en el que sale desnuda; un grupo de adolescentes pertenecientes a una secta satánica que han abusado de otra de sus amigas, Naomi, y que podrían estar detrás de los asesinatos; una amiga con un terrible secreto que no tardará en descubrir Alma al colarse en su casa a escondidas, Agatha; el miedo a ser perseguida por unos hombres calvos, con sombrero y gafas de sol llamados Masters; el sentimiento que empieza a nacer dentro de ella por Morgan, un chico que parece saber siempre más de lo que dice y que aparece y desaparece con demasiada frecuencia en su vida; y el mal apoderándose de ella.

Todo esto hace de esta una historia diferente a las que veníamos leyendo hasta ahora, aunque en mi opinión algunas cosas fallan, como la relación Alma-Morgan, demasiado inverosímil; el final, demasiado precipitado en un intento de crear intriga para el siguiente libro -ya que Oscuridad es el primer libro de una trilogía llamada My Land-; el Profesor K, que obviamente oculta algo, pero que sólo aparece tres o cuatro veces en toda la historia, sin que a Alma parezca importarle su extraño aspecto, con GAFAS DE SOL, y haberlo visto hablando con Morgan; algunas escenas un tanto sosas que hacen que se debilite el ritmo de lectura; y la de cosas que le pasan a Alma, que hacen que la historia parezca un poco inverosímil, porque no sólo escribe asesinatos cuando aún no han ocurrido, sino que además tiene una amiga bulímica, una de la que han abusado y una que petrifica a su tía, aparte de un padre que la abandono de pequeña, un padrastro que se suicidó y una hermana que no habla porque no quiere está traumatizada, lo que te hace preguntarte si alguna de estas mini historias aparte sobraba.

Aún así, es un libro entretenido, no asombroso pero que tampoco está mal y que ofrece algo nuevo.


OPINIÓN PERSONAL

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